No conectado

Me he vuelto adicta al sonido que anuncia tu llegada. Tu nickname aparece en pantalla y mi estomago se reduce a su mínima expresión.
Mis dedos acarician el teclado con la imbecil ilusión de que las palabras que escribo en la impersonal pantallita azul te lleguen tibias.
Me deshago en emoticons, pero no hay ninguno que pueda describirme realmente.
Quisiera poder escribir con la misma rapidez con la que siento, revolcarte en mis palabras y que algo de ellas se te quedara entre los dedos de los pies cuando te vayas.
Tú silencio virtual me asusta, es más frio, más sincero, más violento. Tu foto de usuario me muestra tu espalda y entiendo que en realidad no me miras. Que lees mi alma en Arial #12 al mismo tiempo que algún chiste sobre Star Wars en tu bandeja de correo.
Quisiera darte un click y cerrarte, enviarte a la papelera y borrarte al rato como un archivo innecesario en mi poca memoria libre.
X esta escribiendo un mensaje: Adiós.
X aparece como no conectado.

En la pantalla azul, yo sigo escribiendo, incapaz de cerrarte; mi cabeza se ladea un poco, se oye un crack casi cuchicheado y cae... rueda sobre la alfombra, no hay sangre, solo algunas neuronas aturdidas, mi cuello no la extraña, el atlas respira aliviado y se declara Rey del cuerpo.
Mi cabeza topa contra la pared, mis ojos siguen abiertos, mi boca sigue cerrada, mi cerebro sigue dormido...tálamo, epitálamo, hipotálamo, circunvoluciones, núcleos; todo desconectado.
Y me importa tan poco.

Beautiful Freak