Tedio

Para jaz, por ser ella, siempre


Al final de todo, desnudo ante el espejo, nada funciona.
no hay amor
sólo eres un corrector del tiempo
ni sabes amar
la maldita carencia de una mirada perdida
ni soportas la vida
en este gran baile de una dosis apuñalada.

llegas a casa: reproches de paredes ultrajadas, tu sala con ceniza de ojos cansados
un estéreo para diez compactas miserias, doble casetera para seguir copiando la vida de otro ecualizando las emociones de tu alma, un comedor donde vomitas la soledad, una recámara para descansar en el colchón intoxicado de heroína, un televisor con sound round para escuchar mejor el infierno de tu silencio y un control universal, apretar el gatillo y morir.

al inicio de todo, vestido ante el espejo, todo funciona.
hasta desnudarte
ante tu casa
ante tu corazón
tú, soledad





Avelino Pilongano